El domingo 16 de junio comenzó el primer intercambio internacional del programa “Experiencia Ambientalia”. Este sueño de la fundación se hizo realidad cuando una delegación de 10 personas viajó a California. Entre ellos, miembrxs de la Fundación como Marina Castellino, Florencia Barbero, Romina Lorente, Uriel Barzola y Manuel Parada. Además, participaron del programa: Martina Blangetti, Ramiro Prone, Lourdes Olmos y Ludmila Gudiño, junto con la docente Salomé Villarreal. Todxs ellxs llegaron al Lago Mono, donde fueron recibidos por el Mono Lake Committee.
Durante su estadía, del 16 al 25 de junio, participaron en actividades en el Outdoor Education Center, a cargo de Santiago Escruceria. El programa buscaba concientizar sobre el impacto del desperdicio de agua en la región y su efecto sobre el Lago Mono. Además, participaron en actividades educativas, de conservación de lagos salados y en el “Mono Basin Bird Chautauqua”.
Marina Castellino, una de las líderes del programa, expresó su entusiasmo por este viaje que promete ser un antes y un después para la fundación, abriendo muchas puertas y oportunidades de colaboración. Los objetivos del intercambio son expandir el trabajo conjunto con el Comité del Lago Mono, identificar oportunidades para la cooperación entre ambos países y fortalecer los lazos entre los lagos hermanos.
Lxs participantes de Argentina, que habían mantenido numerosos encuentros virtuales con el equipo del Lago Mono, participantes de una escuela de Lee Vining, que realizan el programa en California y tienen actividades en conjunto. finalmente tuvieron la oportunidad de reunirse en persona. Esta colaboración resultó ser beneficiosa para ambos países, enriqueciendo el aprendizaje y la conservación ambiental.
Ramiro Prone compartió sus impresiones sobre el viaje: “Fue realmente impactante poder sumergirme en un paisaje que nos resultaba familiar después de tantas actividades juntos. Creo que poder sentir de forma real las similitudes entre Mono Lake y Mar Chiquita me llevó al primer día en que escuché sobre esta denominación. Fue como volver a aprender desde cero todo lo que ya habíamos tratado en numerosos talleres, pero esta vez sin una pantalla y miles de kilómetros de por medio”.
Lourdes Olmos también compartió sus reflexiones: “Me llevo muchos aprendizajes de este viaje, pero lo más importante que aprendí es que no hay barreras, las barreras nos las ponemos nosotros solos. Nos encontrábamos en otro país, con otras culturas e idiomas, que en lo personal no dominaba muy bien, pero, sin embargo de una forma u otra me hacía entender. Entonces aprendí que, por más que no sepas un idioma, si lo haces con el corazón te van a entender lo que quieras expresar. Los chicos de Lee Vining nos ayudaron un montón y siempre estuvieron ahí para traducirnos o decirnos cómo se decía y eso es lo más importante, se notó el compañerismo”.
Ludmila Gudiño enfatizó la importancia de la experiencia: “Luchen, luchen por sus objetivos y sueños, hagan y denlo todo siempre, porque la vida recompensa y la fundación recompensa; ellos saben, están en cada detalle y saben si sos una persona que trabaja por crecer y ser un líder ambiental ejemplar y si lo haces porque amas y querés impactar positivamente o si sos alguien que no aporta en su bandada y está por estar. Y háganlo por aprender, por aportar su granito de arena a la conservación ambiental, hagan todo desde el amor, el cuidado y la empatía. No sólo piensen en ‘quiero un viaje a Estados Unidos’ sino piensen en todo lo que puede cambiar en su vida antes y después de este viaje, todo lo que conocerán, los contactos que harán, la información que rescatarán que les servirá para sus proyectos en Ambientalia, el crecimiento personal que les brindará y cómo luego transmitirán esta información a la sociedad, enseñando a ser un líder ambiental y a través del ejemplo”.
Algunas de las actividades que se realizaron fueron salidas de observación de aves, paseos en canoa, visitas a Yosemite National Park y presentaciones educativas. Este intercambio no solo brindó a lxs estudiantes la oportunidad de aprender y crecer, sino también de crear conexiones duraderas y significativas. ¡Estamos emocionadxs por lo que vendrá!
Este intercambio se convirtió en un hito para la FLA y la RHRAP, abriendo nuevas posibilidades de colaboración internacional y fortaleciendo los lazos entre Laguna Mar Chiquita y el Lago Mono en el ámbito de la conservación ambiental.
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