Durante seis días, jóvenes de Estados Unidos participaron en un intercambio relacionado a Experiencia Ambientalia, el cual amplió sus horizontes, les permitió desarrollar habilidades de liderazgo, y fortalecer sus lazos con la comunidad global.
Transformando a través de las experiencias
Este programa de intercambio entre jóvenes y docentes de Mar Chiquita, Argentina, y Lago Mono, Estados Unidos, es una prueba viviente de cómo la conexión intercultural puede impulsar el cambio ambiental y social. No fue un simple viaje; sino una oportunidad para crecer, aprender y conectar con realidades distintas. En Fundación Líderes de Ansenuza (FLA), creemos en el poder transformador de estas experiencias, que permiten a lxs participantes desarrollar habilidades clave y fortalecer su compromiso con el bienestar comunitario.
En el marco de Experiencia Ambientalia, jóvenes entusiastas tuvieron la oportunidad de sumergirse en nuevas culturas, compartir conocimientos y, sobre todo, adquirir aprendizajes que impactaron tanto sus vidas personales como su entorno inmediato. Este intercambio no sólo enriqueció a lxs participantes, sino que también fortaleció los lazos entre comunidades, promoviendo la cooperación, el hermanamiento entre los lagos salados de ambas regiones, y el entendimiento mutuo.
Durante la primera instancia del intercambio, fueron lxs participantes argentinxs quienes viajaron a Estados Unidos para conocer el Lago Mono, pero en esta segunda ocasión, tuvimos el agrado de recibir a lxs participantes estadounidenses en la región de Ansenuza, Argentina.
Actividades destacadas
A lo largo de seis días de intercambio, lxs jóvenes se involucraron en una variedad de actividades diseñadas para fomentar el aprendizaje y la colaboración. Desde talleres interactivos y visitas a organizaciones locales de Ansenuza, Córdoba, hasta sesiones de mentoría y dinámicas de integración, cada actividad estuvo orientada a desarrollar habilidades de liderazgo, creatividad y trabajo en equipo.
Uno de los momentos más destacados del intercambio fue la visita conjunta a las reservas naturales de Mar Chiquita, Córdoba, Argentina. Allí, lxs participantes tuvieron la oportunidad de observar de cerca la biodiversidad única de este ecosistema, entendiendo la importancia de su preservación y las amenazas que enfrenta debido a la actividad humana. Estas experiencias prácticas reforzaron la visión y conexión de lxs jóvenes con el entorno natural.
David Velez, uno de lxs participantes, relató “navegar en barco por la laguna fue una de las actividades más memorables, así como las salidas de campo a localidades como Morteros y Balnearia”. Otra experiencia significativa fue la realización de un proyecto de investigación conjunto sobre la calidad del agua en el lago. Lxs participantes recolectaron muestras de agua y analizaron su composición química, comparando los resultados para identificar desafíos. Este ejercicio no solo reforzó sus habilidades científicas, sino que también subrayó la necesidad de soluciones colaborativas para enfrentar las amenazas ambientales que afectan a estos cuerpos de agua.
Además, el intercambio incluyó una serie de encuentros culturales donde lxs jóvenes compartieron y aprendieron sobre las tradiciones, la historia y la gastronomía del país anfitrión. Yessenia Martinez destacó lo inolvidable que fue su experiencia, mencionando cómo siempre recordará la bienvenida que les dieron con un cartel en frente del hotel. Para ella, uno de los momentos más asombrosos fue la oportunidad de ver aves que no se encuentran en su país, como la brasita de fuego, numerosos flamencos, y los buhos. También valoró profundamente las conexiones personales que estableció, afirmando que aunque no conocía a lxs demás jóvenes, desde el principio se sintió como si se conocieran desde siempre. Estas experiencias fueron clave para desarrollar un sentido de unidad y respeto mutuo, que perdurará más allá del programa.
Como lo expresó David Velez, “la diversidad de perspectivas y la inmersión en entornos desconocidos han sido claves para el desarrollo de habilidades de liderazgo, adaptabilidad y resiliencia”. A lo largo de su estadía, lxs jóvenes han encontrado una oportunidad para descubrir nuevas pasiones y reafirmar su vocación de servicio. La diversidad de perspectivas y la inmersión en entornos desconocidos han sido claves para el desarrollo de las habilidades ya mencionadas. A través de talleres, actividades colaborativas y el contacto directo con la cultura local, lxs participantes han cultivado un espíritu de colaboración y solidaridad, elementos esenciales para liderar cambios positivos en sus comunidades.
El fin de una increíble experiencia
Este intercambio impactó a lxs participantes y sus comunidades, proporcionándoles herramientas para liderar iniciativas de conservación y educación ambiental, e inspirando a otrxs a proteger los recursos naturales. La colaboración entre FLA y sus aliados internacionales demuestra cómo la cooperación global crea una red de líderes comprometidxs con un futuro sostenible. Más que un programa educativo, esta iniciativa promovió la unión y la acción colectiva para cuidar nuestro hogar común.
Autor: Gatica, Ramiro Joaquín